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José Claudio Ruiz
Argentina
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1.Al sacrificio, 2008 sculpture 2.Apártalos ese sol atrapa, 2008 sculpture 3.Huellas, 2008 sculpture 4.Inflexion, 2008 sculpture 5.Ofrenda, 2008 sculpture 6.Oid ni meto tu totem indio, 2008 sculpture 7.badfame London, 2008 sculpture 8.Reminiscencias, 2008 sculpture 9.Suplicio, 2008 sculpture 10.Totem-Nuevo, 2008 sculpture |
José Claudio Ruiz: Nació en Tres Arroyos (Buenos Aires) el 22 de abril de
1967, se trasladó a Rosario pocos años después, donde cursó sus estudios
artísticos. Se recibió de Maestro y Profesor de Artes Visuales en la Escuela
Provincial de Artes Visuales "General Manuel Belgrano" de Rosario, donde
actualmente se desempeña como Docente y Jefe del Departamento de Práctica.
Realizó su Postítulo de Formación Universitaria en Artes Plásticas en la
Facultad de Humanidades y Artes de la U.N.R. Participó en numerosas
exposiciones individuales y colectivas en diferentes lugares del país. Sus
obras forman parte de colecciones privadas y oficiales. En el año 2000 creó
la galería virtual Proart, donde sus obras y las de un importante grupo de
artistas locales son difundidas en Internet. Coordinó muestras grupales en
distintas provincias de nuestro país. Colaboró como asesor en la creación de
espacios de arte de esta localidad. Obtuvo importantes distinciones en
salones oficiales y privados. Desde el año 1994 dicta cursos relacionados
con el arte y la educación.
Pienso que una parte importante del rol del artista tiene que ver con su
compromiso con la realidad, su coherencia y el modo de transmitir. Aunque la
polisemia es una de las características fundamentales de toda producción
artística, desde el momento de su concepción, el autor busca potenciar una
idea en particular. Esto, de ningún modo invalida las diferentes
interpretaciones del espectador, que van a renovar su contenido y
significación en cada acercamiento. Debe respetarse el espíritu de la obra,
sin descuidar las posibilidades y limitaciones que aporta el material. El
artista tiene que develar la esencia misma de la creación, sin desnudarla
por completo, permitiendo que el ojo del espectador termine de desentrañar
sus secretos. Por eso, el proceso de creación tiene que ser medido, pero
espontáneo, racional, pero sensible, planificado, pero a la vez intuitivo.
Creo que es en ese equilibrio, donde la obra logra su complitud.